
El movimiento tiene el poder de transformar vidas
El movimiento nos da fortaleza y desarrolla nuestra confianza.
A través del movimiento se nos desafía a ir más lejos, a empujar con más fuerza. Libera barreras tanto establecidas por nosotros mismos como establecidas por otros. Cuando nos movemos, cualquier cosa se siente posible.
El movimiento es un derecho humano
Todos deberían tener derecho a moverse, para experimentar el poder transformador del movimiento y todos los beneficios mentales y físicos que nos brinda.
Barreras para moverse
Todos deberían poder experimentar todos los increíbles beneficios físicos, mentales y sociales que brinda el movimiento, no importa quién seas ni cómo te muevas. Pero en nuestras sociedades cada vez más desiguales, las barreras sociales, económicas y físicas obstaculizan el camino.
A veces, la baja autoestima nos hace reprimirnos. Perdemos la confianza y la motivación de seguir porque tememos que nos juzguen o que fracasemos. Porque creemos que no podemos.
La sociedad también se interpone en nuestro camino. Nos enfrentamos a la discriminación por nuestro género, raza o las habilidades que perciben de nosotros los demás.
Es más, la crisis de la COVID-19 ha llevado al cierre de centros recreativos y a programas de deportes a nivel nacional, haciendo que sea aún más difícil para muchos que dependen de estos espacios seguros obtener su bienestar físico y mental.