7 RAZONES POR LAS QUE TU DESODORANTE NO FUNCIONA Y CÓMO SOLUCIONARLO
"¿Por qué mi desodorante no funciona?" Si te has hecho esta pregunta, no estás solo. Todos hemos estado allí, saludando con la mano y oliendo algo inesperado. Antes de que deseches tu desodorante en señal de derrota, exploremos siete motivos comunes para este problema y algunas posibles soluciones.
1. EL DESODORANTE ADECUADO
No es que tu desodorante en sí haya perdido su encanto; se trata, más bien, de cómo responde tu cuerpo a él. Factores como los cambios hormonales, la dieta, el estrés e incluso tu rutina de ejercicios pueden alterar la química de tu cuerpo, haciendo que tu desodorante usual resulte menos efectivo.
Entonces, ¿cuál es el plan cuando tu desodorante no te funciona? Piense en ello como una oportunidad para reevaluar y realinear. Tal vez sea hora de cambiar tus productos. Busca desodorantes con diferentes ingredientes activos o formulaciones que se adapten mejor a las necesidades actuales de tu cuerpo. Considera un antitranspirante a base de aluminio, que lucha contra el sudor, formando un tapón temporal sobre el conducto sudoríparo que detiene la transpiración en seco.
Si ya estás usando un antitranspirante y aún no funciona, podría ser el momento de revisar tu rutina de aplicación.
2. APLICACIÓN
Empieza desde cero. Lávate bien las axilas para eliminar la acumulación de aceites naturales y el sudor, y sécalas bien. Esto crea la base perfecta para que tu desodorante se adhiera.
Si vas a usar un desodorante en barra, deslízalo suavemente sobre la piel de las axilas para garantizar una cobertura total; solo necesitas un par de deslizamientos. Para los desodorantes en aerosol, sostiene el envase a unos 15 centímetros de distancia de tu piel y rocía cada axila durante un par de segundos. Déjalo secar un momento antes de vestirte para evitar cualquier residuo en tu ropa y asegurarte de que el producto se adhiera a tu piel.
3. HORMONAS
Las hormonas son los mensajeros químicos del cuerpo. Regulan todo, desde el crecimiento hasta el estado de ánimo, el metabolismo, y sí, incluso cuánto sudas. Cuando los niveles hormonales fluctúan, como suele suceder durante la pubertad, la menstruación, el embarazo o la menopausia, pueden alterar la producción y composición del sudor de tu cuerpo. Esto a veces puede hacer que sientas que tu desodorante no está funcionando, lo que actúa como la señal de tu cuerpo para probar algo nuevo.
4. PIEL SENSIBLE
Tu piel el órgano más grande y la primera línea de defensa de tu cuerpo, pero también puede ser sensible a ciertos ingredientes. Si tu desodorante ya no es suficiente, es hora de darle a tu piel lo que realmente necesita y cambiar a una fórmula que sea tan suave como efectiva.
5. ESTRÉS
El estrés no es solo una carga mental, sino también física. El estrés hace que tu cuerpo produzca más sudor en las glándulas apocrinas, que son más ricas en proteínas y grasas. Este sudor ofrece un festín a las bacterias que se asientan en la piel, lo que conduce a un olor corporal.